Los jotes son consideradas "Aves Rapaces", por su capacidad de cazar a
criaturas más indefensas, y a la vez son carroñeros, porque se
alimentan de carne en descomposición, generalmente de animales
muertos...
Siempre se mantienen volando alto, y rondando cerca de su presa, para
atacar ante la mínima señal de decaimiento.
Los hamsters son roedores prácticamente de laboratorio, que viven en
sus jaulitas arrastrándose entre la viruta, y enterrándose para dormir.
Su mayor actividad es dar vueltas en su ruedita, y si permanecen por
mucho tiempo expuestos al sol, se mueren.
Hay hamsters que viven mirando al cielo, porque en un día nublado (para
su vista, para su historia), conocieron a un jote, y como los pequeños
hámsters, aunque rodeados de otras especies, siempre se sintieron
solitarios, se sintieron bien, por la compañía del jote (quien sólo
esperaba un momento de sol para que los pequeños animalitos murieran, y
devorarlos).
Pero el sol no salió, y el jote no pudo comer. Y nada hiere más el
orgullo de estas rapaces, que el quedarse sin su alimento vital. Hasta
que engañó al hámster a salir un día de sol, y pudo servirse su comida.
El pequeño hámster no murió, y siguió encandilado por el sol, y por el
jote. Seguía saliendo, pero solamente quedaban "sobras de hámsters", y
el jote no se veía interesado. Y si bajaba, comía un poco de sobras.
Conclusiones sobre la vida de estos animales:
1) Un jote siempre rondará, aunque prefiere los días de sol, para que
sus víctimas se encandilen.
2) El jote solamente quiere comer y volar. No se queda en un lugar
comiendo un pedacito cada día para quedarse más tiempo. Devora todo lo
que puede, y lo más rápido posible.
3) Un hámster no puede mirar al sol y encandilarse para ser atacado,
porque se muere
4) Un jote se debe relacionar con una jote, para que ella pueda volar
con él, e incluso, compartir la comida.
5) Un hámster se debe relacionar con una hámster, para encerrarse en la
jaula, comer juntos, y tener hamsteritos. También pueden compartir la
ruedita.
6) Un jote no come dos veces en el mismo lugar. Y no le gustan las
sobras, a no ser que no pueda comer en otro lado.
Estas palabras, no son sabias, en realidad, son una estupidez, pero
puede que sean verdad.
Y aunque las lean, la vida seguirá igual... Y nada de raro será ver, a
una solitaria madre hámster, ver como su hijo de padre desconocido, se
transforma en murciélago... Un verdadero roedor con alas.